Los hermanos Livia y Massimo Albertengo, con su madre y presidenta Caterina, dirigen, en Torre San Giorgio, en la provincia de Cuneo, la empresa que lleva el nombre familiar desde 1905 . Giorgia y Amedeo, hijos de Massimo, todavía están estudiando, pero ya están trabajando junto a su padre y su tía.
La heredaron de papá Domenico, que a su vez recogió la tradición del abuelo Michele y del bisabuelo Giovanni Battista, todos ellos artesanos del arte blanco.
El pequeño horno de pueblo que era a mediados del siglo pasado se ha transformado hoy en una gran empresa moderna que ha crecido sobre la experiencia de los orígenes.
El respeto por las personas, en primer lugar, y el conocimiento de las materias primas de calidad, las técnicas y las elaboraciones han convertido a Albertengo en una marca conocida en Italia y en el extranjero por la producción de estos emblemáticos dulces.
La misión de Albertengo siempre ha sido perseguir la calidad integral, invirtiendo en investigación e innovación y mejorando los productos, con fidelidad a la tradición en todo momento.